miércoles, 28 de enero de 2009

arco iris.

A veces por supuesto usted sonríe, y no importa lo linda o lo fea, lo vieja o lo joven, lo mucho o lo poco que usted realmente sea, sonríe cual si fuese una revelación y su sonrisa anula todas las anteriores, caducan al instante sus rostros como máscaras sus ojos duros, frágiles, como espejos en óvalo, su boca de morder, su mentón de capricho, sus pómulos fragantes, sus párpados, su miedo, sonríe y usted nace, asume el mundo, mira sin mirar, indefensa desnuda, transparente, y a lo mejor si la sonrisa viene de muy de muy adentro, usted puede llorar, sencillamente sin desgarrarse, sin deseperarse, sin convocar la muerte, ni sentirse vacía. Llorar, sólo llorar, entonces su sonrisa, si todavia existe... se vuelve un arco iris.

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