martes, 18 de noviembre de 2008

solo resta el amor.


Existen momentos en los que nos gustaría mucho ayudar a quienes amamos, pero no podemos hacer nada, o las circunstancias no permiten que nos aproximemos, o la persona permanece cerrada ante cualquier gesto de solidaridad y apoyo. Entonces, sólo nos resta el amor. En los momentos en que todo es inútil, aún podemos amar, sin esperar recompensas, o agradecimientos. Si conseguimos actuar de esta manera, la energía del amor empieza a transformar el universo que nos rodea. Como dice Henry Drummond:“El tiempo no transforma al hombre. El poder de la voluntad no transforma al hombre. Lo transforma el amor". No olvidemos nunca que el amor cura. No obstante, aprendí que este sentimiento está presente en las pequeñas cosas y se manifiesta en la más insignificante de las actitudes que tomamos; por lo tanto es necesario tener el amor siempre en mente cuando actuamos o dejamos de actuar.

No hay comentarios: